Déjalo Pensar que es El Quien Manda

Cuando se trata de salidas de a dos nunca soy muy convencional
Si no me mando con un acento falso (apropósito una muy buena historia) tal vez si te hago esperar 25 minutos bajo mi puerta.
No es que soy mala ni nada por el estilo, solo me gusta probar un poco los limites, ver hasta donde puedo llegar.

Este fin de semana salí con el Kirshnerista. Si si todavia estoy en esa.
El me habia avisado que estaba harto de tener que jugar según mis reglas y que el, esta vez, había decidido planear la noche todo el. Yo no podía hacer nada. El solo me quería bonita, lista y con tacos altos a eso de las 10.30
Para ser sincera me tomo un poco por sorpresa. No estoy acostumbrada a que me digan que hacer, pero, miento si digo que no me gustaba su nuevo papel de autoritario.

Al llegar la noche decidí dejar los acentos a un lado y seguir su juego.
Me puse el maquillaje, los tacos y espere. Espere. Espere. Espere. Si si, no estaba dando vueltas por el apartamento desnuda con las medias y el rimmel en la mano. No. A las 10.30 en punto ya estaba sentadita en el sofa, lista, esperandolo como una buena chica.

Cuando el no llegaba encendí la tele. Me puse 10 000 capas de lápiz labial, me cambie la pollera 5 veces para terminar en pantalon y respondí todos los mail en la casilla de entrada. Por cada minuto pasadas las 10.30 perdía puntos el Kirshnerista.

Cuando finalmente me aviso que estaba abajo ya había perdido mas puntos que River en el partido de ayer. Me paré, agarre las llaves y salí por la puerta.
El ascensor obviamente no funcionaba. Merda.
Yo con un humor, onda vesuvius antes de explotar tirando lava y matando a un montón de gente, baje los 7 pisos por las escaleras. Gracias a dios no había tomado ni una sola copa esperándolo, sino les prometo que hubiese empezado la cita con un kirshnerista menos y un tobillo doblado de mas.

Cuando entre al auto me saludo con una sonrisa gigante y me llevo a Puerto Madero, digo digo, me trato de llevar a puerto madero.
Como buen macho no quería consultarme de como llegar (es de provincia) y se jugo con el tiempo siguiendo las instrucciones del gps en su celular. Siri decía gire hacia la derecha y el giraba hacia la derecha. Siri decía metete dos dedos en la nariz y el se metia dos dedos en la nariz. Entienden. Estaba demasiado confiado.

Pasamos calles raras y hombres en vestidos.El estaba re perdido y yo no le decía nada.

Finalmente, a Siri la mando a la mierda y con un poco de ayuda de google maps y otro poco de Antoinette aka Antonio pudimos encontrar libertador. Con una canción de tecno que volaba el techo del auto nos dirigimos a P Madero. El estaba de tan buen humor que llegando a Cabaña las Lilas ya se me había ido el enojo.

Vale la pena añadir que existen 3 razones por las que un tipo te lleva a cabaña las lilas

- Le encanta la carne

- Es extranjero

- O te esta tratando de impresionar

En mi caso no podría decirles con exactitud que opción encajaría. pero con riesgo de quedar mal y argumentar que alguien de Hurlingham si podría pasar por extranjero me quedo con la tercera opción.

Al entrar en el restaurante nos mostraron a una de las mesas redondas en la terraza con vista hermosa de la Bahia. El se sento al lado mio y me empezo a platicar. Me contaba cosas, sonreia, hacia gestos con las manos y mientras que me miraba profundamente a los ojos me dejo elegir el vino.
La carta de vinos de Las Lilas tiene 2500 opciones, ponele. El hablaba y hablaba, me contaba sobre alguno de sus casos del trabajo y como lo había solucionado y yo, sentada ahí tranquila al lado de el  trataba de decidirme si pedir algo tranca por 250 o arrancarle la cabeza. 

Los q han seguido el blog saben q yo y el kirshnerista no coincidimos en mucho. A el le gusta el vino tinto y a mi el vino blanco. El dice que si cuando yo digo que no y en principio siempre terminamos peleándonos por alguna pavada.

Pero no se si era el ambiente, el mozo que constantemente llenaba mi vaso( no me pude decidir y el pidío Rutini) o el en su camisa blanca, pero algo pasaba, estábamos sincronizando.

Si si, nosotros Sincronizamos durante toda la cena y la sobre mesa. Comimos carne riquísima que al parecer es producida por su propio restaurante y tiene la famosa dominación "carne de Ganadores." Sincronizamos hasta que el, con el espresso contra los labios propuso ir un rato a una fiesta electrónica en Alsina (esta al paso de casa - decía)

No me entiendan mal, yo soy la primera en tratar de emborracharte con caipiroscas para hacerte bailar sobre una mesa. Peroooo, NO, esa noche no. Yo estaba vestida de cena, con poco escote, poco maquillaje y pocas ganas de salir.
Pero el insistia. Decía que era parte del plan. Que primero ibamos a ir al casino de P madero a saludar a nose quien y después a Alsina.
Ni se como termino la noche. Se que nos peleamos por lo menos dos veces, una en el casino y otra en el boliche cuando yo, cansada y ebria pensaba "Como me deje llevar a Alsina"
También hubo un momento medio incomodo entre la quinta y séptima copa de Champagne cuando un Te quiero se escapo de unos labios. De quien no se, para mi que fue de el.