La coleccionista
Debo admitirlo. Me gusta almacenar a la gente. Meterlos en
pequeños frascos de vidrio y tirarles sal de vez en cuando para mantenerlos,
congelar el tiempo.
Creo que las personas, aun si cambian, guardan ciertas
habilidades, actitudes. Siguen formando su personalidad, siempre dentro de un
cierto molde.
Mi ultimo chico argentino me dijo “te quiero por eso te dejo
ir”
Lo estuve meditando y llegue a la conclusión que yo, en este
momento no puedo encontrarlo en mi misma como para dejarlos ir, sacarlos del
frasco.
Ellos no lo saben, pero se encuentran ahí en mi estante,
envasados, viviendo en mi almacén.
Ahora sueno como una de esas locas de película. Pero bueno,
las fiestas siempre te sacan la locura o no?
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