Los caipis ayudaron ayer, hoy no. Mi cabeza me duele. Las
rodillas me siguen doliendo. La verdad necesito un sombrero negro para estas
situaciones. Me lo puedo imaginar, yo sentada en Tea connection vestida de pies
a cabeza en negro, llorando tras pañuelos de algodón.
Ya se que tengo
demasiada imaginación. Ayer Patrick me pregunto de porque no era actriz, por
mis gestos, mi forma de hablar. Le respondí con una simple frase “los actores
viven entre la verdad y la mentira”. El se quedo mirándome sin decir nada, veré
si me llama mañana.
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