Pasamos la tarde compartiendo memorias y algún que otro secreto.
Nos entretuvimos con charlas y historias mientras que nos peleamos por los últimos pedazos de cada torta.
No se porque, pero admirando la escena, todas tirándonos sobre las tartas, las masas y los cupcakes me acorde que cada uno, en un punto u otro es descendiente directo de los animales.
A nuestra defensa es entendible que nos peleamos sobre la comida, después de todo, gran parte de las cosas las cocine yo! (Bueno y C.. C también ayudo)
Cuando la tarde se convirtió en noche hubo un par de valientes que se atrevieron a pisar la cancha de tenis para jugar un partido no tan amistoso. Cuando digo q se atrevieron hago referencia a los demás que no solo se ocuparon de alentar al inexperto pero también bardear al pobre que tenia un poquito mas experiencia en pegar la pelota (aun si esta se limitaba a un partido de Wii años atrás)
Después de la humillación colectiva digo tenis, volvimos a la zona de combate para probar la torta de C. Ella había hecho un Red Velvet Cake que por lo que nos contó es lo mas nuevo en términos pasteleros. La masa de la torta supuestamente toma el color rosa cuando un ingrediente X se mezcla con otro. Por la oscuridad en el jardín casi ni pude ver la torta, menos el color pero se que estuvo muy rica!
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