Si lograste pasar por la fila y entrar por las puertas pesadas de madera que excluyen a la gente miserable de la gente altamente alegres y realizadas veras que si hay mesas vacías. Según uno de los mozos ayer trabajan lo mas rápido possible para prepararlas, pero a mi siempre me da la sensación que las dejan ahí como decoración y ambientación de espacio. Es como quisieran que te des cuenta de lo privelegiado que sos al poder cenar ahí.
Nosotras pedimos algo que termino siendo un pedazo gigante de lomo. Tomamos media botella de Cabernet Sauvignon que C tan delicadamente selecciono de su carta de vino. Creo que nosotras bajamos la edad promedia del lugar con un 50 porcento.
Vale la pena volver a hacer la cola? Si, sin dudas. Pero la proxima me tomo dos shot contra el frio.
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