Una conocida me había invitado con otras amigas para ir a una fiesta de Polo en Rio Grande. Cuando me pareció que la invitación exigía auto y ganas de llevarla medio que me la bajo. Eso de que la gente te invite por tu auto me parece una grasada total. Igual no es nada seguro que realmente fue así, onda yo no tengo auto, ni siquiera tengo licencia de conducir. Eso si, soy media perseguida.
Al fin y al cabo era lejos y se había hecho medio tarde como para hacer un paseo largo.
C propuso ir al Museo de Arte Decorativo que queda sobre Libertador al 1900. Cuando digo ir me refiero a caminar, caminar 45 minutos sobre libertador con el sol pegandote cachetazos en la cara. Mis tacos leopardos y mi pollera ajustada no ayudaron al desplazamiento pero anduvo, anduvo hasta que me atropelle con mi propio orgullo y tuvimos que parar.
La Blondah vino de rescate, como siempre y en el instante que abrió la puerta de su auto y me dejo entrar decidi dedicarle un monumento/bar/boliche.
El museo de arte decorativo tiene un restaurante idílico para pasar las tardes. El patio tiene un sol espectacular a eso de las 14.30 y hay servicio de cocina hasta tarde. No soy muy fanática de museos y prefería quedarme bajo las sombrillas tomando limonada. C no quiso saber nada sobre eso y decidió tomar el papel de quia. Lo hizo de una forma tan completa q hasta nos logro hacer conocer la exposición de trajes Griegos.. con eso digo todo.
Desafortunadamente debo admitir q los príncipes me interesan mas que los palacios. Eso si, la vieja casa tiene un salón de baile increíble y al ser como soy no pude dejar de pensar en las fiestas que se podrían llegar a organizar ahí. Me pregunto si el gobierno lo arquila por noche..
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