Ayer fui a la casa de mi chico a tocar timbre a las 6 de la mañana sin saber lo que me aguardaba el día siguiente.
Al levantarnos decidimos ir a Oui Oui para merendar ya q tienen sandwiches riquísimos y era un hermoso día. Con maquillaje corrido empece a levantar mis cosas del piso y me quedo claro de q así como estaba no podía ir hasta palermo Hollywood ni caminando ni en moto ni en auto ni en camello. Mis tacos que quedaban divinos para una noche en Jet no pegaban con una salida de domingo al luz del sol.
Empece a revólver en el placard de mi chico buscando una solución al problema y cuando no encontré ningunos zapatos míos empece a probarme los suyos. Después de haberme probado la mayoría de su colección de sneekers talle 42 me di por vencida. Me puse sus hawaianas verdes y uno de sus buzos grises. Lo complete con unos rayaban oscuros y un wife beater, todo cortesía de la casa.
Decidimos no pasear mi outfit por las calles de Hollywood sino sentarnos en el restaurante de la esquina. Escondida bajo una sombrilla blanca finalmente comí mi hamburguesa. Estaba muy rica aún q le falto un poco de sal.
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